lunes, 27 de enero de 2014

Escuela Pública, Laica y Literaria


La enseñanza debe ser pública, laica y, como afirma Federico Martín Nebreda, literaria. Sólo siendo pública se asegurará la igualdad de oportunidades, y la atención a los menos favorecidos; sólo siendo laica, sus valores serán los principios universales de la razón y no estarán dictados por ninguna iglesia ni sujetos a dogmas particulares. Y sólo siendo literaria el adulto acertará a ponerse en el lugar de los niños y a mirar por sus ojos. Porque es verdad que los niños van a la escuela a aprender una serie determinada de saberes, matemáticas, geografía, ciencias naturales, pero también a hablar con esa voz que sólo a ellos pertenece y que hay que saber escuchar.
Por eso a escuela debe ser literaria y el maestro, antes que nada, alguien que cuenta cosas. Un maestro no necesita para esta tarea que los niños le entiendan, debe arreglárselas para que le sigan, para que vayan donde él va. Como el flautista de Hamelin, debe contagiar a los niños su felicidad y su arma para lograrlo son las palabras. No las palabras de las creencias, que le dicen al niño cómo debe pensar y vivir; sino las palabras libres del relato, que le animan a encontrar su propio camino. -Gustavo Martín Garzo


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